por: Osvaldo Guzman
El Servicio Penitenciario de la Provincia de Santa Fe esta tratando de utilizar diferentes estrategias con el fin de reprimir el derecho a la comunicación y la libertad de expresión que llevamos adelante desde Ciudad Interna.
En la Unidad Modelo de Coronda distante a sesenta kilómetros de la ciudad de Santa Fe funciona el taller de comunicación autogestionado y autónomo generado por un grupo de personas en estado de cárcel, donde se edita la publicación Ciudad Interna en la cual se desenmascaran las grandes mentiras institucionales, esto de alguna forma y como es de esperarse irrita y genera reacciones retrogradas dentro de las filas del Servicio Penitenciario, el cual intenta reprimir la lucha usando diferentes artimañas con el fin de impedir un derecho, como lo es el de la comunicación y la libertad de expresión.
Ya tuvimos la amarga experiencia de haber perdido nuestra cámara fotográfica con la cual ganábamos diferentes imágenes que hablaban más que nuestras palabras y ante la evidencia el (SP) decidió llevar adelante una acción penitenciaria o para penitenciaria con el fin de hacerla desaparecer. Esto ocurrió en el área de cultura.
Diferentes han sido los cortes de Internet con el fin de impedir la edición de nuestro blog, y gracias al eco encontrado en algunos medios de comunicación a las autoridades no les quedo otra que restablecerlo.
En la actualidad ha desaparecido un CPU que se compró con un aporte realizado por las Diputadas Mónica Peralta y Alicia Gutiérrez, cargado con información de la revista Ciudad Interna. El mismo hace como cinco meses se le entregó al director de la unidad Gabriel Zelante para que se le arreglara una falla en su encendido, el cual hasta el día de la fecha no aparece y la respuesta que dan es que el mismo fue desmantelado quedando solamente su estructura.
Luego de haber tenido una entrevista con el Director General de Institutos Penales el Dr. Mariano Bufarini y el Secretario de Asuntos Penales el Dr. Leandro Corti, a quienes se les manifestó en forma verbal lo que viene aconteciendo, la única respuesta obtenida ha sido que se iban a investigar los hechos.
Mas allá de que nuestro medio de comunicación irrite la hipersensibilidad de muchos intereses, entre ellos políticos, la comunicación es un derecho que los funcionarios tienen que aprender a respetar. Basta de represión, la misma no lleva a nada, sino a su propia perdición. La represión resulta violenta en todo momento, no es necesario reprimir con palos, existen muchas formas de reprimir, como cortar la comunicación o suprimir los elementos con los cuales el ciudadano se comunica, es una manera violenta de reprimir. Estos hechos siempre se generaron pero, una vez más no ¡ya basta! ¿Hasta cuando vamos a soportar que esta gente avasalle nuestros derechos? ¿Hasta cuando vamos a tolerar que las mismas Diputadas que han colaborado por un lado con la Revista, por otro se callen la boca en los casos de tortura y represión desmedida?