El sub.-director interino a cargo del modulo sur de la Unidad N°1 de Coronda, “Chucho” Hernández es noticia hoy nuevamente. Pero esta vez no por su fama de borracho (por aquellas fotos comprometedoras publicadas por este espacio, en las que se lo ve acompañado del director de la Unidad Nº 11 de Piñero y de personal de ambos sexos y altos rangos) o por represor, sino que esta vez va más allá. Aprovechando el cargo por la ausencia del principal sub.-director Villagra quien se encuentra de licencia, abusa de la autoridad delegada y tomo la decisión arbitraria de hacer ciertos “cambios” o traslados de compañeros a pabellones por su propia cuenta.
El problema no es el traslado en si, sino la manera en que se efectúa; desde hace un tiempo ya, después de la masacre y para evitar conflictos que deriven en la muerte de compañeros, en esta unidad se venia manteniendo una política de dialogo entre las autoridades y los delgados o voceros de todos los pabellones, que son elegidos por los mismos compañeros de cada pabellón. Hasta hace no muchos días, las autoridades, cuando tenían que hacer algún tipo de traslados, previamente consultaban a los voceros del pabellón a ingresar, por el mismo motivo que acabamos de expresar; para evitar este y otros tipos de cuestiones relacionadas a la convivencia.
Lo que hizo Hernández fue enviar a una cierta cantidad de compañeros sin ni siquiera tomarles una exposición detallando quien se hacia cargo de la integridad física de esas personas por si llegaran a tener problemas en el nuevo pabellón, tampoco les dio la posibilidad de negarse a ingresar, sino que los metió de “prepo” sin medir las posibles consecuencias.
Creemos que todo esto no es casualidad y que viene motivado para que estalle un conflicto interno dentro de la unidad, ya que estamos en épocas de elecciones y este tipo de circunstancias no son hechos menores. Si analizamos bien el pasado y la historia de la cárcel, nos damos cuenta que esta clase de provocaciones en épocas de internas electorales fueron en la mayoría de las veces detonantes de motines.
Esperamos que se tomen cartas en el asunto y se trate a tiempo este problema que viene sucediendo varias veces en el transcurso de las últimas dos semanas y que al momento de esta publicación sigue ocurriendo. Este método implementado lo único que hace en realidad es generar conflictos entre compañeros, avasallar nuestros derechos básicos y principales, abandonarnos a la suerte de una persona y de nuestro destino, sumado al abandono y olvido por parte del Estado.
Ciudad Interna