A pesar de la grave crisis carcelaria desatada en las prisiones de la región, poco se avanzó en materia penal, aún en la anterior gestión de Gobierno. Uno de los pocos aciertos, promovidos por Ciudad Interna, fue la incorporación de la figura civil al frente de la Unidad Nº 1 de Coronda, lo que conllevó a paliar en parte el colapso generado en gran medida por el Servicio Penitenciario Provincial; sin ir muy lejos recordemos que fueron los gestores del los tristes hechos del 11 de abril del 2005.
En ese momento la medida tendría que haber sido más abarcativa y haber alcanzado la “CIVILIZACION” -conducción civil- de la totalidad de los institutos de detención de la provincia; no obstante lo cual, se quedaron cortos en este aspecto y el resto de las prisiones quedaron controladas por los incompetentes directores penitenciarios, que no tienen la preparación que exige la ley 24.660 para ejercer dicho cargo.
En la actualidad, si bien el discurso político es muy progresista en la teoría, y la orquestada campaña medicatica es muy buena, en la práctica la realidad es muy distinta. Los pocos avances que se lograron en gestiones anteriores, lo viene avasallando el “descontrolado” (SPP), que incluso en un blog en el cual militan los integrantes de esta fuerza, proponían llevar adelante un “Escuadrón de la Muerte”, indicando claramente la posición anti detenidos, un escaso nivel intelectual, pero si un elevado grado de corrupción, lo que demuestran cada día violentando los derechos no conculcados por la condena, con un bajo e inefectivo control gubernamental. Desde el instituto de menores (IRAR), Unidad Nº 3, Unidad Nº 5 de mujeres, Unidad Nº 1 Coronda, Unidad Nº 11 Piñero la situación es alarmante nada nos dice que los actuales funcionarios sean capaces de revertir la situación dada las reiteradas reivindicaciones publicas que realizan hacia los distintos directores de la unidades.
Todo indica que lo que no hicieron de movida menos lo harán ahora y la crisis irá en aumento, a pesar de tener conciencia de la realidad que se vive en los penales provinciales, no queriendo reconocer los funcionarios públicos actuales, que el mayor problema lo representa esta fuerza de seguridad, que se rige por estándares militarizados, lo que no da visos de cambiar la mentalidad retrograda de la mayoría de sus integrantes•