lunes, 30 de junio de 2008

Guerreando por el sol


Son muchas las personas que se han adherido en esta lucha, pero queremos reivindicar en espacial el gesto de un grupo de compañeros que nos enviaron estas prosas desde una “cárcel manicomio, una cárcel dentro de la cárcel” ubicada en la Ciudad de Buenos Aires.
Desde los espacios más perversos de un sistema hay loquitos que a través de la solidaridad no solo son capaces de cortar sombrías cadenas, sino también de tocarnos con esta señal impregnada con un maravilloso porcentaje de demencia para que como pueblo nos preguntemos: Somos nosotros los cuerdos que vemos esto como descompensaciones mentales. O somos nosotros los locos que nos atrevemos y terminamos con la infamia.
Súmate a esta lucha con su cuota de locura, la que el pueblo no debe ni puede perder jamás.
caracolesenred@hotmail.com / ciudadinterna@hotmail.com

"Caracoles en red"

Queridos compañeros de lucha:

Según el material que nos ha llegado sobre los compañeros del corralito nos hacen saber que compartimos sus experiencias y sufrimientos. Imagínense que dentro de este nefasto lugar que es una cárcel para locos cualquier denuncia nuestra pasa por las autoridades como descompensación mental, cuestión que nos hace difícil la continuidad hasta en nosotros mismos. De poner en marcha un movimiento que deje de pisotear nuestros derechos. Poder decir lo que pensamos y lo que pasa en una cárcel que supuestamente está intervenida por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos se vuelve cada día mucho más difícil porque ahora es más perverso.
Esta cárcel ya viene siendo denunciada por nosotros desde 1994. Recién en el 2004 pudimos hacer entrar una denuncia razón por la cual el Ministerio de Justicia comenzó a gestionar una supuesta reforma, pero no es así: Es más una pantalla impuesta para que se considere que se toma intervención sin hacerlo. Los profesionales que hoy por hoy asisten a este centro de detención psiquiátrico no están teniendo las agallas suficientes como para ponerse en contra del régimen del servicio y del poder psiquiátrico, a raíz de ello, se ven obligados a ponerse de su lado. Tapando con medicaciones, entrevistas y consultas médicas; justifican todo lo oculto de aquí. Al loquero, ahora, se sumó la mafia matriculada que conduce este circo.
Nosotros que sabemos de qué se trata el dolor de estar encerrados en un pabellón psiquiátrico queremos compartir un poco de este aire fortalecido por las experiencias que nadie puede decir más que nosotros, que nadie puede imaginar si no es más que tratando de contar lo que parece imposible.... Si no estás ahí no se puede inventar...Por eso no dejamos de escribir, por eso no dejamos de ir escribiéndonos en contra de la violenta dominación que se ejerce sobre nosotros...
Los personajes van saliendo al patio. Ya no importa si el día está nublado. Lo importante es el aire de un patio con cielo entretejido. Es el momento de imaginar quién está del otro lado. Y ahí nos encontramos con palabras que barriletean de un lado al otro, pero que sólo nosotros podemos entender y escuchar. No dejen de gritarlas. Nosotros también necesitamos escucharlas, porque solamente nosotros podemos entender qué importante es recibir palabras para seguir guerreando por el sol, dando a luz nuevas maneras de pensar, sentir al otro, acompañar, sostener, cobijar. Creemos que de esto también se trata la militancia aprender a HERMANARNOS en la esperanza. Como decía aquel enorme guerrero:
"Hay que endurecerse, pero jamás perder la ternura".

Un abrazo fraternal

sábado, 21 de junio de 2008

… ayúdemen que todavía estoy vivo.

Las personas en condición de cárcel usamos muchas técnicas de comunicación, una de las mas clásicas en la prisión son las esquelas, con ellas y a través de compañeros portadores de las mismas llegamos a todos los rinconcitos del penal.
Hoy una de ella nos acaba de llegar a nuestra redacción. En un bollito arrugado, con trazos muy movidos, humedecida quizás por lágrimas de broca, de dolor, babas causadas posiblemente por medicamentos orientados a la investigación de la salud mental, pero con una cuota de vida, de lucha y esperanza, la que decidimos publicar en forma textual. Pertenece a un drogodependiente, Carlitos Ghezzi, quien se encuentra junto a tres compañeros más hace veintiocho días y veintiocho noches en los denominados BOXER, celdas de castigo del Corralito las que ilustramos con imágenes digitalizadas las que luego de haber sido tomas por nuestros compañeros misteriosamente se nos perdió la cámara fotográfica.

Carlitos Ghezzi.
“Quiero contarles que no cuento con la atención medica que corresponde y que de cierta manera me ciento discriminado por todos los médicos del hospital Psiquiátrico llamado Corralito. Además de todo esto me tienen muy mal medicado con una inyección que según ellos “es la mas cara del mercado” Esta inyección es muy perjudicial para la salud y me esta dejando Parkinsoniano, tiemblo mucho y se me cae la baba y mucha contraindicaciones más, además de ser altamente adictiva, se llama: CLOPICSOL, además de todo lo que ya les conté estoy en un calabozo que se llueve, con ropa en el piso mojada porque no tengo donde ponerla y con los tarros llenos de orina y materia fecal que a la noche se me hace difícil orinar en ellos. Esto es lo más degradante que viví en toda mi vida”.
Este espacio de “salud” hace menos de un mes, no solo ilustro nuestro blog, sino también ocupo varias notas en diferentes medios de la provincia que se hicieron eco ante la infamia, y fue visitado por una comisión de la Cámara de Derechos y Garantías, quienes comprobaron las pésimas condiciones en las que se encontraban seres humanos.
La única respuesta oficial que tuvimos hasta el momento es de que el espacio será evacuado en un corto lapso de tiempo, pero en el mientras tanto no encontramos ninguna otro eco favorable que apunte a terminar con la barbarie y parece que las garantías y los derechos solo son armas que posee el enemigo las cuales se materializan en la figura del Director del Corralito Federico Domínguez perteneciente al Ministerio de Salud.
Quienes han padecido tormentos saben muy bien que una de las formas más atroces que utilizan los torturadores es la de atormentar a otras victimas delante de sus ojos.
Este conocimiento y concepto parece que no escapara al intelecto y la sicología de este verdugo, quien parece que lo volcara en forma de revancha por la difusión alcanzada en las anteriores notas...
Nos preguntamos que hacemos ante la bronca y el dolor, como seguimos ante esta burla, que hace en este caso el Juez de Ejecución de la Pena que es uno de los responsables por estar encargado de velar por la seguridad de las personas encarceladas.
No sabemos, pero lo que si sabemos es que si Carlitos desde el espanto aun cuenta con fuerzas suficientes para decirnos a través de tintas imborrables… ayúdemen que todavía estoy vivo…desde Ciudad Interna no podemos hacer menos que seguir luchando y resistiendo…y no vamos a terminar con este tema hasta tanto las “autoridades” no nos den una respuesta favorable a este vejamen institucional•