QUINCE (15) años después de mi ingreso a la "sociedad carcelaria" y de padecer todo lo que de pernicioso y maligno la habita no deja de sorprenderme la incontinencia verbal que padecen los operadores del sistema de su intento por seguir ocultando las prácticas vejatorias y humillantes, males tratos y tormentos de los que somos víctimas el 99 por ciento de la población carcelaria argentina; siendo el ámbito federal y provincia de Buenos Aires sonde se registran las mayores violaciones a los derechos de los ciudadanos cautivos y si no ocurren otras cosas es gracias a que organismos de contralor como la Procuración Penitenciaria de la Nación luego de caminar las cárceles y comprobar los dichos de los internos se atreven a denunciar los hechos a pesar de los oídos sordos que se encuentran detrás de la justicia o los intereses políticos para las que trabajan los operadores del sistema penitenciario federal.
QUINCE (15) años después de ingresar a la cárcel debe reconocer que la Procuración Penitenciaria de la Nación se equivoca en cuanto sostiene que sólo el 63 por ciento de los presos hemos sido golpeados...NO, no es verdad. Es el 99 por ciento de los presos que ingresan al ámbito federal quienes somos golpeados, atormentados de todas formas posibles, sin importar la causa, el tiempo de detención, el nivel de progresividad alcanzado, los guarismos de conducta que ostente. El uno por ciento restante que no fue ni es golpeado pertenece a los represores, ex-policías o políticos devenidos en presidiarios alojados en pabellones "vip" en el Complejo de Marcos Paz.
De igual forma las requisas vejatorias padecidas por las mujeres de los detenidos; requisas vejatorias, humillantes, degradantes, las padecen el 99 por ciento y el uno por ciento restante la representan, precisamente las mujeres de los mismos represores y ex policías a los que hacía referencia más arriba.
La política de "paloterapia" aplicada desde la dirección del S.P.F. que se transforman en tormentos sistemáticos y masivos en cárceles del interior (Rawson - Chaco - Neuquén) del ámbito federal de las que denuncia la Procuración Penitenciaria y que los operadores del sistema pretenden ocultar nada dicen de los tormentos síquicos a los que quince años después seguimos siendo sometidos con más intensidad y cuyas secuelas están a la vista: odio, rencor, violencia, resentimiento, desprecio absoluto por los valores sociales que todo ser humano debería cultivar en aras de una sociedad más justa precisamente. También están las secuelas físicas producto de los tormentos físicos de las que muchos detenidos no quieren hablar y mucho menos denunciar por temor a mayores represalias contra ellos mismos o contra sus afectos o porque muchos presos tomamos como algo natural, como parte del tratamiento "resocializador" que se nos muela a golpes, se nos rompan los huesos y se nos prive de todo aquello por ley nos corresponde asistencia médica, alimentación, educación, formación y capacitación profesional que nos permita una reinserción e incorporación social positiva al momento de egresar.
QUINCE años después de ingresar al sistema carcelario federal debo reconocer que el sistema ha evolucionado, tal como lo afirma enfáticamente un ex defensor de los derechos de los ciudadanos cautivos, devenido en un mediático operador y defensor de los agentes del sistema penitenciario cuando afirma que en las cárceles federales no se tortura más...tiene razón...Ahora directamente nos matan a palos o aparecemos "suicidados" en las celdas de castigos y sino es así, que le pregunten al cadáver de Peloso Iturre que en la U9 del sistema Federal el día 12 de abril del corriente año es "suicidado" rompiéndose la tráquea con un bastón, de esas que utilizan los agentes para golpear... o mejor dicho, tal como sostiene este operador mediático, para ejercer una demostración de poder: la de los agentes de requisa contra los presos. Esto que ocurrió en la U9 con Peloso Iturre es apenas un eslabón más de la larguísima cadena de aberraciones, tormentos y hasta los "suicidios" serían de un porcentaje abismal.
QUINCE años después de que la puerta de la celda de castigo se cerrara a mis espaldas y quedara en medio de la oscuridad total me pregunto... y te pregunto: ¿qué espera de mí la sociedad en su conjunto, cuando egrese mañana, libre, con este tratamiento de palo-tormento - terapia al que nos someten los agentes penitenciarios en el ámbito federal desde hace tanto tiempo sin que nadie, con poder ejecutivo, tome las riendas en sus manos y cumpla con aquello que reza nuestra constitución: "Cárceles sanas y limpias...para seguridad y no para castigo..."?
Desde Rawson (U6), Chubut
Mayo 06, 2008
Ramón Solari
DNI: 12.866.948
U6 del SPF : 9 de Julio 333/397, 9103 Rawson, Chubut
TE:02965-482589, lu-vi: 18.30-22.30 hs.; sa-do:14.00-18.30 hs.