miércoles, 2 de enero de 2008

Forestal Penitenciaria

Desde hace muchos años, casi podríamos decir desde su creación el Instituto“Modelo” del Servicio Penitenciario (SP) cuenta con una proveeduría de compras llamada Cantina, es algo así como esos Almacenes de Ramos Genérales que funcionan en las zonas rurales, o como aquellos antros de explotación y abusos de esa forestal de antaño que opero en el norte litoraleño. Después de la división de la cárcel funciona una en el Ala Sur y otra en el Ala Norte. En este Mini Mercado es donde los detenidos dejan sus míseros sueldos que el estado les provee por sus forzados trabajos que ronda en un promedio de $ 90 por mes. Entre sus compras están incluidos todos los artículos que la Ley de Ejecución Penal exige que se les suministren a los detenidos, tales como elementos de higiene, algunos medicamentos y diversos alimentos como es el caso de la leche en polvo, yerba, azúcar etc. Los costos de las variadas mercaderías e insumos que el SP compra a precio de costo están más elevados que en cualquier comerció del exterior de la prisión, su ganancia en bruto ronda en un promedio de $ 38.000 por mes y sus ganancias según ellos son destinadas al “fondo de reserva” de la institución, jamás pudimos saber donde van a parar esas supuestas reservas. Otro de los negocios con los que cuanta el (SP) es la Oficina de Compras, también manejada por el (SP). Es la que está encargada de comprar a los detenidos los productos que no se encuentran en la Cantina, como ejemplo: electrodomésticos, vestimenta o diversos artículos para realizar trabajos manuales, etc. Generalmente en lo que hace a vestimentas y electrodomésticos son de procedencia paraguaya, -truchos- como lo llaman los compañeros, y las boletas de compra que entregan pertenecen al (SP), jamás entregan una boleta con todo los requisitos que la ley exige. Tanto la Cantina como la Oficina de compra son negocios que se siguen realizando por funcionarios públicos a quienes la sociedad les encomendó “reinsertar” a seres humanos que cometieron delitos, y con ejemplos como estos por no llamarlos directamente estafas lo que menos hacen es cumplir con la misión encomendada. Esperemos que las nuevas autoridades no se acoplen a estos tipo de pillajes generadores de un aprovechamiento injusto, y realicen una acción enérgica con el fin de terminar con este despojo como tantos otros que no escapan anuestro conocimiento y los seguiremos haciendo público con el fin de desenmascar las acciones de funcionarios que dejan muy lejos el ideal que se persigue en este Instituto “Modelo”.