viernes, 12 de septiembre de 2008

Gracias al eco solidario de esa gente de pueblo que esta repodrida de bancar tantas injusticias y sigue conservando esa hermosa cuota de rebeldía confundida con descompensación mental, eje sobre el cual nos pretenden hacer girar, a las nuevas “autoridades” no les quedo otra que disponer el cierre definitivo del “Corralito” en el corto plazo.
A pesar que las flamantes “autoridades” de “Salud Mental” nos cortaron el ingreso al espacio, de igual forma realizamos algunas investigaciones que dejaron al descubierto un serio y alto porcentaje de insania que venia arrastrando el sector político desde el año 1985.
Una de las ilustres figuras, que la gestión actual de gobierno dispuso para evacuar definitivamente a los compañeros alojados en el “Corralito” es Antonio Tessolini, el que, de un organismo controlador del Estado (C.T.C.) pasó a ser Coordinador del Dispositivo de “cierre” de horroroso lugar. Trasformándose así en unos de los máximos exponentes de la actual gestión, dada su larga trayectoria en organismos no gubernamentales orientados a defender los derechos humanos.
En la actualidad, el equipo coordinado por Tessolini está encargado de llevar adelante las derivaciones de los compañeros a otros centros de “salud”, entre ellos al de la Colonia Psiquiátrica de Oliveros. “Derivaciones”, que en mucho de los casos fueron concretadas como reales “traslados de detenidos”.
Según trascendidos y tras una enérgica resistencia de un grupo de profesionales de la salud las “autoridades” planean instalar dentro de La Colonia Oliveros una mini cárcel destinada a albergar a los loquitos mas jodidos.
Se presenta de esta forma una nueva lucha destinada a frenar este atropello dirigido a la Salud. En este sentido si se logra el objetivo fijado por las autoridades provinciales, se instalaran dentro de la Colonia Olivero dispositivos de seguridad que lejos de generar “salud” se convertirán en campos donde se entrecruzarán prácticas de encierro que hoy por hoy ya deberían haberse dejado de lado. El convenio firmado por los Ministerios de “Salud”, “Justicia y Derechos Humanos” y “Seguridad”, habla de “mayores condiciones de seguridad” para este lugar en Oliveros, habilitando así la posibilidad de prácticas manicomiales basadas en la perversa mezcla del “castigo” y el “tratamiento”.
En este orden de ideas pareciera necesario recordar que el Estado ha firmado Pactos Internacionales que prohíben los psiquiátricos dentro de las cárceles. Pero de esta forma lo que intenta el gobierno actual es burlar estos Pactos instalando una cárcel dentro de un psiquiátrico.
Por lo aquí dicho creemos que es hora de que se empiece a pensar seriamente en dirigir las políticas gubernamentales en orden a cumplimentar lo dispuesto por la Ley Provincial de Salud Mental Nº 10.772 del año 1991 y su respectiva Reglamentación. ¡Basta de dispositivos de encierro! que ese pequeño porcentaje de argentinos destina para la gran mayoría de nuestro pueblo sumido en una desesperación generada por la misma pobreza, y como dice León Gieco: “ahora piensan que estamos todos enfermitos”. Quieren darnos psicofármacos, “límites reales” y opresión en hermosos y perversos dispositivos, cuando en los barrios “desde pequeños” nunca encontramos centros de salud provistos con los más elementales recursos.
La citada Ley de Salud Mental en su artículo 18 dice: “Transformación de establecimientos de internación.- Se establece un plazo máximo de tres (3) años a partir de la promulgación de la presente Ley, para la transformación de los establecimientos de internación en salud mental, según lo establece la presente Ley. El Estado arbitrará los medios conducentes al objetivo fijado y promoverá la implementación de medidas asistenciales alternativas, entre ellas, servicios de salud mental en hospitales generales, con, sin internación, atención domiciliaria en salud mental en la comunidad, servicios de emergencia en salud mental, centros de salud mental en la comunidad, hospitales de día, casas de medio camino, talleres protegidos, etc. Deberá asimismo reconocer como propuestas válidas los recursos propios de la comunidad.” Este artículo se encuentra ampliamente reglamentado priorizando criterios de regionalización y privilegiando la Atención Primaria como transversal a los tres niveles de salud. Asimismo enumera y conceptualiza distintos tipos de servicios alternativos como ser: Hospitales Interdisciplinarios en Salud Mental, Clínica de la Subjetividad en Atención Primaria de la Salud, Centros de Salud Mental en la Comunidad con o sin internación, Servicios de Salud Mental en Hospitales Generales, Dispositivos de Atención Interdisciplinaria para niños, niñas y adolescentes, Equipos de Atención Domiciliaria en Salud Mental en la Comunidad, Talleres Protegidos bajo la modalidad de Centros de Capacitación Laboral, Casas de Medio Camino, Casas de Medio Camino bajo la modalidad de Viviendas Asistidas y Hospitales de Día.
Desde el equipo de Ciudad Interna nos preguntamos como sería la realidad de muchos de los pibes alojados en el “Corralito” si estos recursos previstos desde los 90’ hubiesen existido. Sin embargo, no podemos dejar de desconocer que hoy por hoy la situación es radicalmente distinta. Y ante la escasez de los recursos propuestos por la legislación, vienen con estos remiendos a querer “generar salud”, sin tener estrategias serias o al menos visibles para prever futuras situaciones.
En fin, esta es la lucha que desde Ciudad Interna venimos dando. No nos engañan con perversos parches y, recauchutados funcionarios que en lugar de capitalizar su lucha militante llevándola como bandera a políticas estatales, prefieren su preservación en lugares de poder a costa de cagarse en convicciones sostenidas durante años.

Equipo de Ciudad Interna