ROBARLE UN CHICO A LA CARCEL
Presentamos parte del proyecto elevado a las autoridades con el fin de concientizar a los menores que se encuntran en Institutos de la provincia.
Es necesario crear un dique contenedor de actores sociales comprometidos que aborden, despunten y den respuestas reales a la problemática de menores en conflicto con la ley. Para ello no debe desaprovecharse la experiencia de los hoy jóvenes adultos encarcelados en los establecimientos para mayores, quienes cuentan con la experiencia vivida no solo en la cárcel. Para llegar a ella tuvieron que atravesar innumerables penurias. La mayoría nacieron en la villa, de la villa a la calle, de la calle a los institutos de menores y de ahí chocaron con las amargas práctica que se viven en las prisiones para adultos.
Para los menores y no solamente encarcelados atravesar estos escenarios carcelarios implica una fuerte experiencia y una forma de ganarse un elevado grado de respeto en el ambiente que les toca vivir, y toman como imágenes a seguir a muchos de los que pasaron por la prisión y se fijan como objetivo llegar a ella.
En este orden y puesto que sabemos que se nos toma como precedentes y símbolos a alcanzar pensamos que es posible revertir estos patrones erróneos de conducta que tienen los más chicos, y revertirlos positivamente mostrándoles la dura realidad que implica el arribo, la permanencia y las nefatas situaciones que se viven dentro de las prisión, la cual no sólo deja tintas y cortes en la piel, sino marcas muchos más profundas, recuerdos imborrables.
AUTORES DEL PROYECTO:
Regina Guadalupe Goldy, Sebastián Batalla, Guillermo Méndez, Enzo Monzón, Lisandro Arotegui, Diego Serviño y Jorge Crespillo.
