Nos acaban de llega estas cartas de un compañero de Ciudad Interna que no regresó de sus permisos judiciales y en el taller decidimos publicarla en forma textual.
Antes de salir había presentado un “Habeas Corpus” ante el Juez de Ejecución Julio C. Arri, por diferentes amenazas que surgían del personal penitenciario quien le había manifestado que iba a ser castigado y perdería los permisos judiciales por causas ideológicas y no fue escuchado.
Como están, espero que cuando reciban esta carta se encuentren bien a pesar de las circunstancias que les toca vivir.
Les cuento que acá afuera la cosa no está nada bien y más para andar como me está tocando andar, en la clandestinidad, aunque creo que siempre en el reparto de la ley estuve fuera de ella, sé que no fue buena mi decisión y les pido disculpas, pero ante la miseria de mi familia y las amenazas no me quedó otra que no regresar a la cárcel.
Saben que el Estado y una gran parte de la sociedad no hacen nada por nosotros ni cuando estamos adentro y mucho menos cuando estamos afuera, solo les importa hablar y como siempre llevando las prejuzgaciones como estandarte. Muchos por ignorancia y otros porque les conviene sin ponerse a pensar que nosotros también somos seres humanos y fuimos presos de un impulso que nos llevó a cometer un error.
Muchos se dieron cuanta que el tener las cárceles llenas y a gran parte de la juventud sin educación y a otros sin fuentes de trabajo les resulta un negocio muy redondo, y solo consiguen que pocos vivan bien y el resto del pueblo este sumido en la ignorancia y la miseria.
No se dejen vencer, luchen por sus ideales, no dejen que este sistema represor les quite sus sueños, que mate sus ganas de vivir y la felicidad de sus seres queridos, militen con sangre en las venas, luchen por lo que AMAN y demuestren que somos capaces de trabajar, de formar una familia y de muchas cosas más, y es precisamente lo que ellos no quieren como lo hicieron conmigo.
El Juez de Ejecución JULIO C. ARRI actuando fuera de la ley me dejo sin oportunidad alguna para sobrevivir ni para ayudar a mi familia logrando así su cometido como ya lo ha hecho con otro pibes.
Yo desde acá les mando una gran fuerza y sigan adelante con la lucha, en cuanto a mi seguiré militando, tratando de robarle un chico a la cárcel, intentando aconsejar a los más chicos para que no le pase lo que me pasó a mí, y para demostrarles que somos nosotros el futuro, los jóvenes.
Les mando un fuerte abrazo y sigan adelante EL ALE
