lunes, 16 de febrero de 2009

Un detenido sin educación, equivale a varios puestos de trabajo en el área de seguiridad


Las trabas de Marambio para que los detenidos no puedan estudiar


El cuestionado titular del Servicio Penitenciario Federal bloquea el funcionamiento del programa UBA XXII, a través del cual reclusos acceden a educación universitaria. Por temor a los Hábeas Corpus, los manejos van desde hostigamientos hasta traslados injustificados. El Ministerio de Justicia no lo puede controlar y peligra un sistema clave para la recuperación social de presos.

Las denuncias contra el cuestionado director del Servicio Penitenciario Federal (SPF), Alejandro Marambio, siguen saliendo a la luz. A los turbios nombramientos, la continuidad de motines, los reclamos internacionales por Derechos Humanos en las cárceles y la jugada política para nombrar en la Procuración penitenciaria a gente de su confianza, todo denunciado por La Política Online, ahora se conocieron las sucias maniobras para frenar el programa UBA XXII, un sistema de la Universidad de Buenos Aires que funciona desde hace 23 años y que permite a los reclusos acceder a educación universitaria.La UBA no es una entidad que se caracterice por las presentaciones y las persecuciones judiciales. Pero a tal gravedad llegó a este asunto que Leandro Halperín, representante de la UBA dentro del programa carcelario, elevó un recurso de amparo presentado el pasado 29 de diciembre y que esta semana fue asignado a al juzgado en lo Contencioso Administrativo Federal N° 5, a cargo de la jueza Susana Córdoba, como informó Clarín la semana pasada.Sin entrar en los detalles del amparo, un extenso detalle de los hechos de 32 páginas, lo que no salió aún a la luz fueron los manejos que Marambio -a quien apuntan como un hombre "hiper sensible" a las críticas- llevó adelante para obstaculizarles a unos 350 reclusos que estudian en este programa la oportunidad de una calidad y una esperanza de vida un poco mejor a lo que viven y sufren día a día.