lunes, 22 de octubre de 2007

Los pastores católicos

Últimamente están saltando a la luz cosas que antes se sabían pero estabaprohibido decir. Hay que ser blanquito,lindito y en lo posible jovencito para llegar al Capellán de la Iglesia Católica. Los negritos, feitos y con los dientes careados no son dignos de vivir en comunión con dios. ¿O con el cura?En la pastoral hay muy buena gente, pero hay otros que no lo son tanto yviven respondiendo a intereses oficiales, y ni hablar del jefe de esta, elcura Gabriel Carrón que vienen currando desde la creación de la misma, nosólo lucra con el gobierno, también trae gente de Suiza para mostrar susmilagros en Latino América con el objetivo sacarles dinero supuestamentepara los presos, los cuales nunca vieron un mango, es más cuando pudo se lessacó. Jamás se le conoció un proyecto tendiente a combatir la pobreza. Conesto y tantas cosas más lo único que logran es desteñir el trabajo de laspersonas que realmente hacen las cosas de corazón, las cuales muchas vecesson eliminadas cuando muestran que realmente están del lado de los oprimidosy no del opresor.
Pasó el fin de semana largo al que muchos lo aprovecharon para tomarse unasmini vacaciones, otros como los de esta región para acomodarse después desufrir las inclemencias del tiempo que trajeron aparejadas tierrainundadas y como consecuencias muchas personas damnificadas.Para los que profesamos la Religión Católica encontrándonos en condición deprivados de su liberta, esta fecha pascual junto con las navideñas, son deimportancia preponderante ya que en el caso de las segundas se conmemora elnacimiento del hijo de Dios hecho hombres y a las pascuas, el sacrificio delmismo hasta perder la vida para lavar los pecados de la humanidad.Esto es a grandes rasgos y muy por arriba un tema más que importante para loscatólicos como es en mi caso.Aquí comienza mi reclamo que no es sólo en forma personal sino con adhesiónde 3 compañeros que nos encontramos en la misma situación, a las ovejasque el señor desde su altar no descuida, pero su pastor en la tierra y enespecial dentro del perímetro del penal de la Unidad Penitenciaria N1deCoronda se olvidó.¿Dónde podemos confesarnos y con quien? ¿Dónde presenciar misa, recibir elcuerpo de cristo y comulgar? ¿Dónde escuchar la palabra de Dios, más aúndurante estas fiestas religiosas?El cura brilla por su ausencia, no crea que con algunas maderas, dulces oalgunas cosas banales va a llenar el alma de los necesitados de Dios. ¿O alos negritos no los atiende Dios? Hay que ser blanquitos y lindos parallegar al capellán.El bautismo, catecismo, la comunión, la confirmación, el casamientoreligioso que gracias a la preparación que me dieron mis padres y por propioconvencimiento he cumplido.Pero mis padres que no son bien desarrollados físicamente, la figura delCapellán existe sólo para los actos oficiales. ¿Hay que sacar turno o enviaraudiencia para que Dios nos atienda? Existen momentos en que no sólo leyendola Biblia alcanza, es necesario de ese amigo confidente que a veces fluyedesde nuestro interior como la figura de un padre sustituto. Pero el noestá.Luego de la división del penal esto se profundizó a tal punto de que lacapilla está ocupada por oficina de vigilancia del lado sur y del norte nihablemos, no existe lugar fijo pero si lo hubiera ¿Para qué? Total no seutilizaría por la falta periódica del capellán, cura, padre o como se lollame. Esta crítica tiene sólo un objetivo y este es con miras a un futuromuy cercano donde mis reclamos se vuelvan realidad.La persona y el cargo están, sólo tiene que ocuparse de lo suyo, pienso queel reclamo es justo y quiero destacar la labor desarrollada por losintegrantes de La Pastoral Penitenciaria, pero no alcanza.En un momento les acerque mis inquietudes pero todo pasa por las manos delinexistente sacerdote. Miren cuantos nombres tienen los representantes de laIglesia Católica.“Jesús dejo el rebaño para recatar a las ovejas perdidas”. Por qué noponemos un granito de arena y nos preocupamos por atraer feligreses a nuestraiglesia, Comencemos los que estamos junto al párroco a iniciar este camino yasí poco a poco incorporar fieles y actividades que unan los lazos de lafamilia Católica.
Autor: Jorge Bravo