domingo, 21 de octubre de 2007

EDITORIAL

Nadie puede robarte, mi alma. En el pabellón séptimo el Indio Solari reflejatantos sentimientos que cuesta poner en palabras. En ese intento andamos acáadentro, mientras allá afuera los políticos se acomodan, pero ningunoconfronta el poder real.Acá la historia se siente en la piel, y llega hasta los huesos.Allá hay flashes que encandilan. Inauguraciones baratas.Acá adentro los tejes y manejes políticos suenan vacíos. Tan lejos. Pero susconsecuencias son desgarros en la piel. Tintas imborrables.Allá aturde el “te presto mi oído hoy, me prestas tu voto mañana”.Acá se nos fueron treinta y cuatro compañeros, quemados y asfixiados.Allá los medios masivos desviaron la atención antes que cante un gallo.Acá se nos murió un pibito en la comisaría 9 de Rosario. Se le hizo unagujero en la cabeza. Pidió auxilio y no lo escucharon. Tantas muertesevitables.Acá adentro los verdugos encargados de “reinsertarnos” corren detrás de unculito penitenciario. Y todo muere pollo.Acá adentro los “locos” se nos mueren el olvido en el Pabellón Psiquiátrico.Allá las autoridades se vanaglorian de sus logros progresistas.Acá los buzones de castigo, son el mejor reflejo del mismísimo infierno.Allá los que se erigen como guardianes de esta justicia dejan todo en laimpunidad.Acá las autoridades nos siguen enfrentando para que nos matemos entrenosotros.Allá muchos saltan de alegría cada vez que cae un preso.Dos mundos distintos en uno solo que arroja presos. Acá estamos. Para esosestamos.En este número de Ciudad Interna vamos a ver en que andan los muchachos delAla Norte, mostrando que, pese al “divide y reinaras” intentado tras lamasacre de abril por las autoridades, acá somos concientes que elopresor es el mismo.Además, aparecen nuevas denuncias acerca de aquella tragedia, de la queconmemoramos en abril pasado dos años, sin ninguna medida tomadas contra susresponsables políticos.La novedad es que, aparentemente, ahora Ciudad Interna se convirtió en unmedio de contención no sólo de los compañeros detenidos, sino también deaquellos quienes encuentran en estas páginas un medio serio para denunciar.Durante el tiempo que no pudo salir esta publicación, en las dos redaccioneslas rotativas no pararon, por el contrario: Se publicó un boletín decirculación interna en el que se denunciaron una serie de hechos con nombrey apellido, como ya es nuestra costumbre. Parte de este boletín va de yapaen la presente edición.También vino a visitarnos el Periodista e historiador Hugo Chumbita, conquien tuvimos una charla extensa y sin desperdicio.Tuvimos el honor de recibir como vista a una de la madres de plaza de mayo,Queca, si vieran ese pañuelo blanco caminando por los pasillos de la CiudadInterna, y si escucharan esas palabras de aliento que casi nos hacen llorar.Reflejamos también, con el mayor de los orgullos, la entrega de diplomas auna nueva camada de capacitados en operación de PC, destacando cuatrocompañeros que ya cuentan con los títulos de diseñadores gráficos.El crecimiento de este proyecto de y para los compañeros en condición decárcel se materializa en hechos concretos. Tenemos una nueva redacción quese suma a la vieja sala de informática y está en camino a la tercera, en lacalle. Por otro lado, como demanda de nuestros lectores desde este númeroCiudad Interna va a ser vendida también en los principales Kioscos deRosario y Santa Fe, sin descuidar por ello el plan social de distribucióncon el que desde el primer número se manejo la publicación.Por otra parte, estamos formando una cooperativa de oficios, que hará demarco de contención laboral para quienes recién salgan a la calle. Estaestará integrada y administrada por nosotros mismos.Y, como si fuera poco, el paso más grande: estamos en proceso deconformación de una ONGs, integrada por detenidos, ex detenidos yprofesionales de distintas áreas, para fortalecer las actividades que desdeacá venimos realizando y crear otros talleres nuevos.Con este apuntalamiento se intenta garantizar la continuidad del proyecto ysu descontaminación institucional, ya que contara con el respaldo solidódesde afuera, lo que para nosotros no solo representa romper el muro que nossepara, sino también para que se den cuenta y se resignen quienes no estándeacuerdo con la libertad de expresión que Ciudad Interna no será arrasadafácilmente•