jueves, 25 de octubre de 2007

Que locura institucional

Este es el relato de uno de nuestros compañeros que está internado en el hospital Psiquiátrico, Carlitos, participó en una de las actividades de Ciudad Interna y tuvo la oportunidad de expresarse libremente manifestando un gran dolor en su rostro y solicitando ayuda al Sr. Director, pidiéndole que concurriera a ver como estaban viviendo. No sabemos si este lo habrá hecho, pero a pesar de que no es nada fácil el acceso para nosotros, lo hicimos y acá estamos. En este lugar también han ocurrido muchas muertes dudosas, de las cuales el personal a cargo no cuenta con ningún registro, aduciendo que fueron destruidos en los motines.
Primera Nota: Hola soy Carlos un interno del pabellón Psiquiátrico y quisiera que nos den la oportunidad a nosotros también para que trabajemos o nos lleven a deporte, al gimnasio, algún lado porque estamos todo el día encocuchados, nos viven dando pastillas y estamos todo el día tirados en una cama, todo el día durmiendo y esa no es forma de rehabilitarse. Ayer vinieron gente de Derechos Humanos de la Nación, con el Director hablé dos palabras y se fueron, no me dejaron expresar lo que siento. Yo salgo a la calle y estoy todo cortado, nadie me da trabajo, nadie me da nada, y tengo quer ebuscármela como puedo, yo quisiera aprender computación en el tiempo que este acá, o aprender algún oficio, porque yo estaba saliendo con un par de permisos pero ahora me los cortaron. Yo soy adicto y estoy queriéndome recuperar. La cárcel es como dijeron los compañeros, que sea tomada para aprender y no como una forma de castigo, si me confundí alguna vez quiero que me den otra oportunidad y quiero que a muchos chicos del pabellón Psiquiátrico, hablo por mis compañeros, para que les autoricen los permisos porque se discrimina en cierta forma a aquella gente que los parientes no los pueden venir a visitar o no los pueden venir a sacar. Hay gente que ya cumplió su condena y todavía esta pegada en el Psiquiátrico y no los pueden sacar. Por eso yo les pido que el Director nos ayude y vaya a ver como estamos viviendo... Gracias”•
Autor: Gustavo Andrada