Este es el relato de uno de nuestros compañeros que está internado en el hospital Psiquiátrico, Carlitos, participó en una de las actividades de Ciudad Interna y tuvo la oportunidad de expresarse libremente manifestando un gran dolor en su rostro y solicitando ayuda al Sr. Director, pidiéndole que concurriera a ver como estaban viviendo. No sabemos si este lo habrá hecho, pero a pesar de que no es nada fácil el acceso para nosotros, lo hicimos y acá estamos. En este lugar también han ocurrido muchas muertes dudosas, de las cuales el personal a cargo no cuenta con ningún registro, aduciendo que fueron destruidos en los motines.
Primera Nota: Hola soy Carlos un interno del pabellón Psiquiátrico y quisiera que nos den la oportunidad a nosotros también para que trabajemos o nos lleven a deporte, al gimnasio, algún lado porque estamos todo el día encocuchados, nos viven dando pastillas y estamos todo el día tirados en una cama, todo el día durmiendo y esa no es forma de rehabilitarse. Ayer vinieron gente de Derechos Humanos de la Nación, con el Director hablé dos palabras y se fueron, no me dejaron expresar lo que siento. Yo salgo a la calle y estoy todo cortado, nadie me da trabajo, nadie me da nada, y tengo quer ebuscármela como puedo, yo quisiera aprender computación en el tiempo que este acá, o aprender algún oficio, porque yo estaba saliendo con un par de permisos pero ahora me los cortaron. Yo soy adicto y estoy queriéndome recuperar. La cárcel es como dijeron los compañeros, que sea tomada para aprender y no como una forma de castigo, si me confundí alguna vez quiero que me den otra oportunidad y quiero que a muchos chicos del pabellón Psiquiátrico, hablo por mis compañeros, para que les autoricen los permisos porque se discrimina en cierta forma a aquella gente que los parientes no los pueden venir a visitar o no los pueden venir a sacar. Hay gente que ya cumplió su condena y todavía esta pegada en el Psiquiátrico y no los pueden sacar. Por eso yo les pido que el Director nos ayude y vaya a ver como estamos viviendo... Gracias”•
Autor: Gustavo Andrada