domingo, 18 de enero de 2009

El pequeño Vietnam















  • La tierra es del que la trabaja
Dentro de los tibios logros alcanzados en el año que paso en las unidades penitenciarias de la región destacamos la creación de talleres autogestionados orientados a mantener ocupados a nuestros compañeros.

En la “Modelo” unidad de Coronda fue puesto en marcha un proyecto que hacía 2 años se encontraba durmiendo plácidamente en algún cajoncito como tantos otros. El mismo consistía en la creación de una huerta comunitaria de características autónomas y autogestionada, y lo más importante de esto es que los frutos de la tierra serían de quien la trabajara.

Lamentablemente en la actualidad a pesar de que un equipo de seis compañeros realizo los surcos y la siembra no sale nadie a trabajar nuestra querida pachamama y quien sabe lo que paso con las plantitas que ya venían despuntando. La excusa; “no tenemos personal para que los vigile en sus trabajos”

Del mismo modo los compañeros que se encuentran en el “Pequeño Vietnam”, mote que alcanzo la Unidad Nº 11 provincial, dada las condiciones permanentes de conflictos debido al caldo de cultivos, no de hortalizas, sino de violencia, generado a causa de tener encerrados las 24 horas del día a todos los habitantes de sus tres mini penales con capacidad para 168 internos " teóricamente"cada uno, compuestos de 4 Pabellones.

Última cárcel y/o, “plan de viviendas que merecen los pobres”, como dice Galeano, construida en la provincia por la empresa TECSA y que demando en la primera etapa de tres mini penales la “módica suma” de $ 87.736.423, ver: http://www.tecsa-sa.com/obras-carcel-pinero.html, distante a 20 kilómetros de la Ciudad de Rosario en la localidad de Piñero.

La segunda estapa de la obra donde se construye el cuarto mini penal se adjudicó la construcción a la unión transitoria de empresas (UTE) Tecsa SA - Mundo Construcciones S.A. Con un monto de $ 27.790.000.


Ellos a pesar de que no cuentan con las mismas posibilidades que tenemos nosotros, como ser, sala informática y el acceso a Internet, cosa que ya se tendría que haber implementado para que estén más conectados con el mundo exterior, de alguna forma se las ingeniaron y nos hicieron llegar el siguiente texto que lo reproduciremos en forma textual.
Si bien damos un panorama de dos situaciones similares, no creemos, sino que estamos seguros que su caso tiene que ser tomado como prioridad.
  • ¡Que generosa es nuestra tierra!
“Entre los yuyos y plantas secas se asoman cinco calabacitas pálidas que han logrado crecer y sobrevivir pese a la sequía que azota la zona y la faltas de cuidados.

Si leemos la “Memoria de Acciones realizadas” en el último año de gestión desde la Secretaría de Asuntos Penitenciarios aseguran, entre las escasas propuestas concretadas en la Unidad Nº11, en el punto 65, el funcionamiento exitoso de las huertas. En esta unidad la tierra ha sido arada en varias oportunidades, sembradas en casi la misma cantidad, pero casi nada ha podido ser cosechado de ellas. Como todos los talleres que se desarrollan en esta cárcel carecen de la constancia que merece este tipo de espacios. Es necesario, para que tenga una función terapéutica y de formación de hábitos laborales tener la continuidad propia de un trabajo. Ya sea por falta de insumos, personal o voluntad, los talleres que se desarrollan no cuentan con estas condiciones. La realidad no la dicen los números, quizás muchos internos cuenten con un peculio para mantenerse, pero ¿cuántos de ellos salen diariamente a sus respectivos destinos laborales? Sólo los fajineros y unos pocos agraciados. Pero el suelo de Piñero es tan generoso que pese a todo, las calabacitas están vivas”

Como las calabacitas vemos que los compañeros aún respiran y están dispuestos a seguir luchando. Desde Ciudad Interna llamamos a la reflexión a las autoridades políticas quienes reconocemos que tienen buenas intenciones, pero entendemos que no son excusas las que interponen el personal penitenciario ante estas situaciones que tendrían que ser prioritarias. Argumentan que no tienen personal para este tipo de actividades pero sí le sobran empleados dispuestos a reprimir en la guardia armada o, en otros sectores donde aunque nos parezca mentira sí están abocados a respetar la ley, pero en este caso del menor esfuerzo