por: Ciudad Interna:
El sangriento echo cometido contra el jugador de fútbol Fernando Cáceres reabrió la misma polémica de hace meses atrás sobre la inseguridad y la edad de imputabilidad de menores que cometen delitos.
El sangriento echo cometido contra el jugador de fútbol Fernando Cáceres reabrió la misma polémica de hace meses atrás sobre la inseguridad y la edad de imputabilidad de menores que cometen delitos.
Por un lado tenemos a la “la madre de las injusticias”, la oligarquía, con todos medios masivos a su disposición, acompañada muy de cerca de la clase media mas reaccionaria día a día cuando del ataque a su propiedad privada se trata. Todos pidiendo mas mano dura y justicia, cuando ellos mismos son los generadores de la pobreza y la exclusión social. Y salen a opinar como si fuesen Dios para juzgar a criaturas porque tuvieron una vida diferente a la de ellos o porque tienen el color de la piel diferente.
Pero esto no es todo, se quejan del flagelo de la droga en la juventud cuando son ellos mismos los encargados de contrabandear y traficar droga para que lleguen a las manos de cualquier habitante, sea mayor o menor. Y lo peor de todo es que opinan y critican a un sistema defectuoso que ellos mismos crearon con la intención de favorecerles y ahora la quieren cambiar por otro más estricto, cuando nunca dan soluciones paliativas para las problemáticas sociales como la droga, el analfabetismo o el desempleo, sino que proponen métodos fascistas como el “pico, pala”, “pan y agua”, o el mas conocido como garrote. La misma respuesta exigen y el Estado hace efectiva para los tiene que salir a la calle a pedir luchando para que se los escuche, a pedir trabajo, vivienda digna, educación, salud. A ellos, por alterar el “orden público”: palo y bala (como ocurrió el martes pasado 03/11 en la puerta de gobernación con distintas organizaciones barriales que exigían entre otos reclamos legítimos una vivienda digna).
Y si se quiere ir mas allá, la famosa y temible “pena de muerte” con Susana Jiménez como fundadora de la polémica.
Si nos pondríamos a analizar fríamente la sucesión de los hechos que llevan a un menor a cometer hechos que califican como atroces, nos daríamos cuenta que para ellos es normal, dado que en el antro de violencia colectiva que se crían la mayoría de ellos en las villas de emergencias, en estado de abandono y soledad, con los padres teniendo que hacer malabares para llevar un plato de comida a la mesa, haciendo dobles jornadas en sus trabajos o saliendo a cartonera por no conseguir trabajo o por no tener estudios; solo queremos que le quede en su mente claramente que solo van a llegar a entender y a poder ayudar a combatir lo que ellos llaman inseguridad cuando se sumerjan en las villas y comprendan que ese no es un lugar que cría delincuentes sino que ahí dentro hay seres humanos igual que unos y que ellos también tienen derecho a una educación y a un futuro, y que ese derecho por mas mano dura que pidan, nadie se los va a poder negar, ni siquiera la negligencia del estado para estos.
Nosotros desde Ciudad Interna repudiamos estos accionares y toda la mierda oligarca que favorecen solamente a los sectores de la alta sociedad a la que ellos mismos pertenecen y desde sus country opinan sin tener idea lo que andar empantanado en las villas buscando soluciones a la problemática social de fondo, si quieren opinar que lo hagan, pero también que salgan de sus lujosas mansiones y se ensucien los pies en los barrios cadenciados tratando de colaborar y ser solidarios pero de verdad, no solamente de palabra o a través de una pantalla.