VIII Congreso de Salud Mental y Derechos Humanos
La orquesta del silencio
Como años anteriores desde el grupo Salva Tablas se organiza un encuentro al cual llama con cierta ironía “Detenidos en Movimiento”. Lo curioso de este acto es que no es invitado ningún compa encarcelado que pueda denunciar las atrocidades que se están cometiendo en los suelos de las prisiones a lo largo y ancho de nuestro país. Asesinatos, crímenes, torturas, robos, como a su ves dar a publicidad las humillaciones que sufren sus familiares.
Desde Ciudad Interna
A pesar de no haber sido invitados no nos sometemos al silencio y queremos decirles a todo los invitados de este acto que los seres humanos encarcelado no deber ser asesinado, ni suicidados, ni, arrojados a un “buzón”, con fracturas expuestas sin ninguna atención médica, en un piso inundado de orín y materia fecal. No puede ser sometido al “pata-pata”, el “puente chino” o la “pirámide”. No debieran ser picaneado, como sucede en las prisiones bonaerenses. Como tampoco una anciana o una joven que van de visita a una cárcel no debieran ser sometidas a exhibir sus zonas más íntimas, ni a los plantones interminables junto al meticuloso verdugueo, destinados a pulverizar el vínculo con sus familiares tras las rejas.
Nunca nos cansaremos de afirmar que la cárcel no resocializa ni reeduca. Los muros y las rejas solo destruyen la entidad humana de los pobres acá depositados, salvo mínimas excepciones. Forman parte de una política de amontonamiento, neutralización y exterminio de los que no “encajan” en el ordenamiento social.
Nunca nos cansaremos de afirmar que la cárcel no resocializa ni reeduca. Los muros y las rejas solo destruyen la entidad humana de los pobres acá depositados, salvo mínimas excepciones. Forman parte de una política de amontonamiento, neutralización y exterminio de los que no “encajan” en el ordenamiento social.