jueves, 25 de diciembre de 2008

Mitos y realidades


Por: Equipo e Ciudad Interna
La Secretaría de Asuntos Penitenciarios de Santa Fe elevó al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia la solicitud de conmutaciones de penas para 1.048 reclusos que cumplen condena en diferentes presidios de la provincia.
La falta de información de la sociedad ante el tema "conmutaciones de penas" es total, esta desinformación es parte de la campaña inducida u orquestada por sectores retrógrados y represores de distintos servicios. Ningún sector del periodismo de alcance masivo en Santa Fe, realizó investigación de campo, a no ser para la práctica de la violencia institucional, de triste fama en nuestro país. No se difunde lo que representa para un condenado largos años de encierro, manteniendo conducta ejemplar, y readaptándose con los escasos medios que disponen las cárceles de la provincia. Tampoco revelan lo que implica para la sociedad. El mito o mentira es que mediante la conmutación de pena los detenidos salen en libertad en forma masiva.
La conmutación de pena es una facultad que otorga la Constitución Provincial al gobernador en ejercicio para reducir la condena de un detenido. No se debe confundir con amnistía o indulto que pueden permitir la rápida liberación, como los casos de los genocidas y responsables de la dictadura.
Para ser objetivos, el gobernador puede o no usar la facultad de conmutar penas, tanto él como los funcionarios del área de Seguridad y Justicia saben que es un aliciente para regresar a la sociedad sin resentimientos.
Un diez por ciento. En junio pasado, 120 reclusos alojados en unidades del Servicio Penitenciario y en dependencias policiales se vieron favorecidos cuando la Secretaría de Asuntos Penitenciarios solicitó —en diciembre del 2007— pedidos para 1.026 reclusos. Es decir, un 10 por ciento del total requerido vieron disminuidas sus penas. En todos los casos, la reducción de las sentencias —de eso se trata— no superó los tres meses.
Casi el 85 % de estos detenidos —93 personas— tuvieron una "compensación" de tres meses de prisión respecto de las condenas que efectivamente deben purgar mientras que otros seis internos recibieron un acortamiento de penas de apenas un mes. A su vez, diez presos que estaban sentenciados a prisión perpetua pasaron a cumplir 25 años de encierro. Y a uno de los detenidos se le concedió la prisión perpetua en lugar de la reclusión perpetua.
Aclaramos que la forma de seleccionar a los que se postulan es a través del director de cada Unidad Penitenciaria, basándose en el informe del equipo de profesionales que supervisan la rehabilitación de cada condenado. Posteriormente es elevado al gobernador para la resolución. Jamás las conmutaciones fueron para todos los condenados.
Dichos profesionales psicólogos, terapeustas ocupacionales y asistentes sociales, son formados de la misma manera desde hace 20 años, y son integrantes del Servicio Penitenciario, por lo que están subordinados a oficiales que cuidan más de la seguridad que de la reinserción del detenido.
Para poder postularse al beneficio se debe contar con conducta ejemplar, trabajar, y haber mostrado claros avances en la rehabilitación, según los dictámenes de los profesionales referidos. Esto es muy difícil de obtener dentro de la cárcel, y ni siquiera reuniendo todos los requisitos existe seguridad de ganar la ansiada conmutación.
En la actualidad, con condenas que pueden llegar a los 50 años, una rebaja de dos o tres meses como se estila, es una burla.
Por lo vivido en esta UP I en el último año, las autoridades en este caso han tomado una actitud que creemos positiva, puesto que incentiva e estimula a los detenidos, quienes a pesar de las pocas posibilidades también demuestran que pueden salir adelante.
Eso es lo que representa una conmutación de pena•