miércoles, 17 de febrero de 2010

Palos en la Rueda



Una vez más los integrantes de Ciudad Interna, nos encontramos con la lamentable y reiterada situación, de tener que comunicarles a nuestros lectores y amigos, las diversas dificultades que atravesamos a diario para reunirnos con el material para publicar las notas en nuestro blog, único medio que tenemos para expresarnos y hacer oír nuestra voz, mas allá de los muros que nos prohíben llegar a ustedes de otra manera.

Desde hace mucho más de un mes, las autoridades de este lugar (Unidad 1-Coronda), nos vienen prometiendo los elementos indispensables para desarrollar nuestro trabajo, y fundamentalmente los permisos para ingresar a los pabellones para entrevistarnos libremente con los compañeros, que se encuentran prácticamente aislados del resto de la población, pero como siempre, todo queda en promesas, en la nada absoluta.

Suponemos qué la razón de esta situación es que: no quieren que Ciudad Interna crezca; que la verdadera verdad del penal no sea divulgada extramuros; que no hagamos valer nuestros derechos de denunciar, apoyados en la palabra escrita y en imágenes.

Una vez más Ciudad Interna está siendo censurada, y en esta ocasión es con el vil artilugio de ponernos palos en la rueda, para que no avancemos un milímetro con nuestro trabajo.

En cambio los que sí avanzan en el penal y a pasos agigantados, son las Iglesias Evangelistas, que por estos días cuentan entre sus conquistas el copamiento del pabellón Nº 2, motivo por el que algunos compañeros que estaban en ese lugar fueron llevados por su “cierta” conducta al pabellón Nº 6 sur y el resto (la gran mayoría) fueron trasladados al pabellón Nº 12.

En ningún momento fuimos consultados acerca de nuestro consentimiento, para estos traslados.

Además de estos atropellos de la Iglesia, agregamos la persecución por parte de la misma a los compañeros que viven en esos pabellones, donde se los limita a expresarse libremente en contra de la gestión de los llamados “Siervos de Dios” o ausentarse durante el día para participar en Ciudad Interna, donde el castigo es la inmediata expulsión del interno y sus cosas personales a otro pabellón.

Ahora sólo nos queda pensar, que aquel interno que no quiera someterse a las reglas impuestas por las iglesias Evangelistas del penal, deberán vivir en el fondo y aislado de todos, sin importar la conducta que se tenga; por lo que nos lleva a pensar, que a este paso, ya no quedará lugar en un futuro para aquel que no se quiera someter a estas reglas, donde no hay ni un poco de amor de parte de ellos, porque con estas cosas que hacen no hay amor de Dios, como ellos le llaman.

Pero así es nuestra lucha y seguiremos insistiendo y batallando para hacer valer nuestros derechos y ganar más espacio para poder llevarles el mejor material posible de nuestra parte.

A todos ustedes que nos siguen y apoyan, muchas gracias.