miércoles, 11 de julio de 2007

LA REALIDAD

Rafael Arriola.

Las comisarias están siempre superpobladas. Se cometen abusos de poder de todo tipo, someten a los detenidos volcando sobre ellos cierta clase de violencias inhumanas.
Comisarias:Los que están detenidos en una dependencia policial conviven en lugares muy perversos. Estar en ese sitio los hace más duro y cargan con odio hacia la sociedad por el mal trato que tienen que soportar al igual que sus familiares. Siempre están ocupadas al doble de su capacidad y el espacio se hace más reducido. Para dormir hay que turnarse, otros tienen que hacer palito significa dormir de parado. La entrada de aire y sol es escasa y a consecuencia de la humedad se contraen enfermedades, sobre todo de las infecciosas. La falta de prevención, atención medica, higiene, alimentación, etc, ha causado la muerte de varios muchachos, generalmente los más propensos a enfermarse son los infectados con el virus de VIH / SIDA. La policía comete abandono de personas, una de las enfermedades más contagiosa es la tuberculosis. Día a día, se expande a pasos agigantados por los distintos distritos policiales dejando un sin número de víctimas. Las visitas tienen que enfrentar una requisa muy dura y con mucha indiferencia, resulta chocante más que para nosotros para nuestras familias, que por lo general, son nuestras madres, esposas, hijos y hermanas. Deben tener mucho cuidado con lo que nos traen por que no permiten el ingreso de ciertos elementos. Ejemplos: La comida, únicamente en bolsas y sin ningún tipo de cubiertos, pueden ingresar sólo con ojotas, etc. En verano es impresionante el calor, porque entre los alojados y las visitas, el lugar se convierte en un sauna. Varias veces tuvieron que sacar personas con picos de presión, no todos pueden soportar tan alta temperatura. Las comisarías son lugares donde frecuentemente se ven actos de violencia hacia el detenido, con total impunidad torturan y someten a palizas que duran varios días. Son incontables los casos de abuso de poder y delitos que cometen los efectivos policiales. Hacen al menos cinco requisa por día, se presentan con un método agresivo e ingresan al penal con escopetas, palos, fierros, caños o cualquier otro elemento contundente. A toda hora te sacan a los empujones, a veces inventan una tentativa de fuga, y se viene la noche. Con los elementos nombrados a uno por uno, nos dan feroces palizas. Si llaman al Grupo de Guardia de Infantería, los que cubren la seguridad en las canchas ingresan golpeando el piso hasta que llegan al penal para que nos demos cuenta y sepamos la que se nos viene. No tienen piedad para golpearte. Forman un pasillo humano donde tenés que correr por el medio sin caerte aguantando los palos, no importa la que se te venga, pero si tropezás, va a ser una marca que llevarás para toda tu vida•