martes, 9 de marzo de 2010



En la Unidad N º 11 de Piñero más conocida como “El Pequeño Vietnam” ubicada a 20 kilómetros de la Ciudad de Rosario estamos viviendo muy malas situaciones a raíz de las irregularidades que se cometen por parte del poder político y su brazo armado en una de sus versiones: el Servicio Penitenciario Provincial (S.P.P). Esta es la otra cara de la moneda, muy distinta a la versión oficial.

Estamos nuevamente ante una puja por el poder, por ver quién controla este gran negocio que es la cárcel. Por un lado, los funcionarios del gobierno socialista, que por su forma de manejarse se parecen mucho al nacional socialismo de Hitler y sus camadas de nazis. Y por el otro, el brazo armado del estado manifestado en este caso por el S.P.P que cumple la misma función que los militares de la época del proceso.

Las nuevas generaciones de represores del S.P.P ejercen sus cargos en sus respectivos puestos haciendo un gran abuso de autoridad sobre los internos, sobre todo el personal sub alterno. Golpeando, castigando y buscando la reacción sin motivos a los compañeros que estamos padeciendo en nuestra propia carne las consecuencias de años de corrupción y de malversación de fondos por parte del estado. Estamos siendo avasallados por este manejo de poder y por abusos que hoy denunciamos (un claro y desgraciado ejemplo es el caso del compañero Mario Godoy, -Ciruja- quien recibió en su abdomen una ráfaga de perdigones de plomo por el solo hecho de querer jugar al futbol en un espacio de deportes – hecho que hemos denunciado en una nota anterior).

Esto, sumado al conflicto que se desató el año pasado y que continúa entre el poder político y los penitenciarios quienes pretenden más autoritarismo y aumento de sueldos, van generando situaciones de extrema tensión dentro de los penales. Situaciones generadas por ellos mismos para lograr sus objetivos. En el medio de estos dos fuegos cruzados quedamos los detenidos. En ocasiones hacen que vayamos al choque entre nosotros mismos para lograr vender una imagen ante los medios amarillistas de que sus trabajos son peligrosos y de que sus vidas corren riesgos. Estas situaciones no son nuevas en el lugar. Desde que se inauguró la cárcel, hace apenas cuatro años, hubo ciento de estos casos, donde muchos compañeros perdieron la vida y más de un centenar resultaron heridos en hechos confusos en los que se vieron implicados los mismos agentes del S.P.P, quienes siempre han salido aireados: jamás han sido investigados ni se le han iniciado sumarios administrativos, ni pases a disponibilidad, y en ningún momento ninguno de ellos sufrió heridas por parte de los internos como quisieron argumentar.

Asimismo, las autoridades políticas hacen poco y nada para apaciguar las aguas ya que nunca están presentes y sólo lo hacen cuando hay un problema al que ellos consideran grave, ejemplo una fuga; como lo fue la semana pasada el caso de Flores quien se evadió del penal. Consecuencia de ello es que hay 6 agentes y 3 integrantes del (I.A.P.I.P) implicados en el hecho. No sería extraño que se tratara de uno de sus boicots.

Denunciamos estos hechos porque es nuestro deber militante, y queremos lograr PREVENCIÓN, ya que hechos como estos se pueden evitar con buena predisposición y diálogo. También es un ALERTA de lo que puede llegar a ocurrir si no se interviene en el asunto y se destraba este conflicto en el que - una vez más y como siempre - los más perjudicados por la corrupción del estado somos quienes nos encontramos en estado de cárcel•